jueves, 30 de abril de 2009

SÉ ESFORZADO Y VALIENTE

Hola amigos

Cierta vez el Señor Jesús narró la historia de un hombre que antes de partir de viaje repartió talentos a tres de sus siervos para que éstos los administrasen. Dio a cada uno según su capacidad: a uno encargó diez talentos, a otro cinco y a otro uno. Cada talento equivalía a una gran cantidad de monedas, por tanto este hombre puso una gran responsabilidad en cada uno de los tres siervos.
Cuando el hombre regresó pidió a sus siervos cuenta de los talentos. Aquel que recibió diez talentos había invertido y ganado diez talentos más, recibiendo así la aprobación de su señor. De igual modo el que recibió cinco talento ganó cinco talentos tras invertirlos y fue alagado también por señor. Pero, el siervo que recibió un talento había enterrado este talento y se limitó a devolverlo, sin ninguna ganancia, a su señor. ¿Cuál fue la razón? El TEMOR.
Mateo 25:24-25
24
»Después llegó el que había recibido sólo mil monedas. "Señor —explicó—, yo sabía que tú eres un hombre duro, que cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido.
25 Así que tuve miedo, y fui y escondí tu dinero en la tierra. Mira, aquí tienes lo que es tuyo."
Este siervo recibió la reprensión de su amo:
Mateo 25:26-27
26
Pero su señor le contestó: "¡Siervo malo y perezoso! ¿Así que sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido?
27 Debieras haber depositado mi dinero en el banco, para que a mi regreso lo hubiera recibido con intereses.
Es evidente que este siervo poseía los dos grandes defectos que conducen inevitablemente al fracaso: el temor y la PEREZA. La vida del hijo de Dios no está libre de retos y desafíos. Todo lo contrario, el Señor mismo quiere que alcancemos las metas (en todas las áreas de la vida) que Él ha propuesto para nuestras vidas. Pero debemos librarnos de estos lastres.

Hubo un hombre, Josué, a quien Dios le encargó la tarea de guiar al pueblo de Israel a conquistar la tierra de Canaán. La tarea no era nada fácil. Es por eso que Él mismo se da el tiempo de animarle.
Josué 1:9 Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas."
El temor (llámese ansiedad, vergüenza, miedo al fracaso, etc.) nos paraliza. ¿Que nos manda Dios? TENER VALOR. Asimismo, la pereza (bajo la forma de desidia, indiferencia, desánimo, etc.) no nos permitirá culminar con la obra empezada. El mandato de Dios es PERSEVERAR, esforzarnos.

Ahora, tengamos cuidado. Dios le mandó estas cosas a Josué, porque ya le había prometido que siempre estaría de su lado. Su SEGURIDAD no estaría en sus fuerzas o habilidades, sino EN EL SEÑOR.
Josué 1:5... yo estaré contigo así como estuve con Moisés, sin dejarte ni abandonarte jamás.
Luego, Josué debía ser humilde para no confiar en su propio juicio. Sus oídos debían estar atentos a la Palabra de Dios. La SABIDURÍA necesaria para hacer frente a los problemas de la vida SÓLO VIENE DE DIOS.
Josué 1:8 Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito.
Estos grandes defectos (temor y pereza) no son parte de la vida que Dios nos dio en Cristo. Si has confiado en Cristo como tu Señor y Salvador, eres una nueva criatura. El Espíritu Santo que Dios envió a todos sus hijos nos da el valor y el esfuerzo para superar los obstáculos que se presenten en la vida y poder vencerlos en Cristo.

¿Como estamos administrando las riquezas que Dios nos ha dado? Él nos ha dado dones, habilidades, conocimientos, bienes, etc. para administrarlos en los diferentes escenarios de nuestra vida: el hogar, centro de estudios, el trabajo, la iglesia. ¿Estamos invirtiéndolos adecuadamente? Si es así recibiremos la aprobación de nuestro Padre al igual que los siervos diligentes de la historia que Jesús contó. ¿Es esta tu experiencia? De no ser así, acércate a Dios y confiesa tus faltas y fracasos, confía en Él y deja que su Espíritu te dé el valor y nuevas fuerzas a través de su Palabra, la Biblia.
Isaías 41:10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Isaías 40:29-31
29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;
31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Así alcanzarás tus objetivos y metas (espirituales, personales, familiares, laborales, sociales, etc). No aquellas metas propias de la naturaleza egoísta, sino las te trazaste en la voluntad del Señor.

Un abrazo a todos.
Rubén.

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