Hay una bella canción popular que en su letra dice "con los años que me quedan, los voy a dedicar a ti". Y habla de una pareja que quiere empezar de nuevo, olvidando el pasado y superando todos los errores.
De manera similar los hijos de Dios, guiados por su Santo Espíritu, anhelan dedicar sus vidas a su Padre Celestial. El apóstol Pablo expresa también este deseo cuando escribe su carta a los cristianos de Filipos, dándonos algunas pautas al respecto.
RECHAZAR COMPLETAMENTE LA VIDA FUERA DE CRISTO
La vida que a Dios le agrada es aquella en la cual Cristo es el Señor y Salvador. Cualquier otro tipo de vida, sea aparentemente buena o mala, sólo lleva deshonra a Dios. Pablo entendió esto de tal manera que menospreció la vida que tenía antes de conocer a Cristo, aún cuando ésta tenía abundante cultura, religión, moral y ética.
7 Pero todo esto, que antes valía mucho para mí, ahora, a causa de Cristo, lo tengo por algo sin valor.
8 ... Por causa de Cristo lo he perdido todo, y todo lo considero basura a cambio de ganarlo a él
Los fracasos temporales pueden ser superados cuando dejamos que el Espíritu de Dios nos fortalezca y corrija a través de su Palabra. El perdón y la restitución recibidos tras el arrepentimiento, nos sirven de aliciente para continuar puesto que en ellos comprobamos el amor, la fidelidad y la bondad de Dios para con nosotros.
13 Hermanos, yo sé muy bien que todavía no he alcanzado la meta; pero he decidido no fijarme en lo que ya he recorrido, sino que ahora me concentro en lo que me falta por recorrer.
14 Así que sigo adelante, hacia la meta, para llevarme el premio que Dios nos llama a recibir por medio de Jesucristo.
¿Quieres dedicar tu vida a Dios? Entonces Cristo debe ser tu motivo de vivir y el servirle el mayor gozo de tu vida.
3 pues ustedes han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios.
4 Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste, entonces también ustedes serán manifestados con él en gloria.
Rubén.
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