domingo, 19 de abril de 2009

CORAZONES ROTOS

Hola amigos

Uno de los símbolos muy conocidos por aquellos que han (o hemos) sufrido una desilusión amorosa es el corazón roto o quebrado. Pero, nuestro corazón puede quebrarse por otros motivos también, como por ejemplo la enfermedad o la muerte de un familiar.

Resulta que Dios utiliza estas circunstancias para acercarnos a Él. Nosotros, en nuestra soberbia, le damos poca importancia al Señor cuando el viento sopla a nuestro favor. Pero cuando fracasamos, nuestra alma es capaz de humillarse delante de Dios. Esta es la actitud que Dios espera de nosotros.

Salmos 34:18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.

Si tu corazón ha sido roto, por la razón que fuere, acércate a Dios en humildad reconociendo tus faltas. Confiesa a Jesús como tu Salvador para que puedas así alcanzar la salvación eterna que Dios te ofrece.

Juan 6:40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.

Si has estado siguiendo al Señor pero has fracasado en el camino, arrepiéntete y acércate al único que puede sanar tu corazón enfermo: Jesús, quien murió y resucitó por ti.

Hebreos 4:15-16
15
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Jesús es Aquel al que Dios le dio la tarea de sanar los corazones rotos.

Lucas 4:17-19
17
Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;
19 A predicar el año agradable del Señor.

Por último, Dios nunca te rechazará si luego del fracaso te acercas a Él en humildad para pedir perdón.

Salmos 51:17
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.


Un abrazo a todos.
Rubén

No hay comentarios.:

Publicar un comentario