domingo, 5 de abril de 2009

ACUMULANDO RIQUEZAS

Hola amigos

Vivimos en una sociedad eminentemente materialista. Luchamos por alcanzar un estatus económico 'digno' según nuestro esquema de vida. Pero qué nos dice Dios. La Biblia señala:

3 Juan 1:2 Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente.

La prioridad divina siempre es espiritual. Esto es contrario a nuestras prioridades. Gastamos fuerzas, tiempo y una serie de recursos con el fin de llegar a nuestra meta económica. Lo lamentable de esta forma de actuar, es que descuidamos la situación de nuestras almas. Más importante que tener tal o cual marca de ropa, o comer en este u otro local, es cómo está nuestra alma eterna delante de Dios.

Mateo 16:26 De nada sirve que una persona gane en este mundo todo lo que quiera, si al fin de cuentas pierde su vida. Y nadie puede dar nada para salvarla.

Si todavía no te has reconciliado con Dios a través del arrepentimiento y fe en la obra de Cristo en la cruz, tu esfuerzo de toda la vida habrá sido inútil. No vivas, pues, una existencia inútil. Pide perdón a Dios por una vida de enemistad con Él y empieza una nueva vida con Cristo.

Romanos 10:9 Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación.

Si ya has alcanzado la salvación que Dios da a través de Jesucristo, no sigas en el error del mundo. Nuestra motivación no puede ser la ambición. Jesús llamó al amor a las riquezas la 'raíz de todos los males'. Que tu mayor riqueza sea tu comunión con Dios y que tu situación económica sea algo secundario.

1Timoteo 6:6-8
6
Y claro está que la piedad es una fuente de gran riqueza, pero solo para el que se contenta con lo que tiene.
7 Porque nada trajimos a este mundo, y nada podremos llevarnos;
8 si tenemos qué comer y con qué vestirnos, ya nos podemos dar por satisfechos.

Este contentamiento no significa mediocridad, todo lo contrario. Debemos hacer bien nuestro trabajo, esforzarnos pero no para hacernos ricos, sino para agradar a Dios nuestro Padre. Nuestra motivación será siempre el amor a Dios. Este fue el ejemplo que recibimos de Cristo.

Juan 5:30 ...pues no trato de hacer mi voluntad sino la voluntad del Padre, que me ha enviado.

Colosenses 3:23 Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente.

El apóstol Pablo fue quien dio el consejo anterior a los creyentes en Colosas. Y practicó lo que predicaba. Sabía trabajar para suplir sus necesidades y todo lo hacía como para Dios. El tener o no tener riquezas era algo secundario para él.

Filipenses 4:12-13
12
Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez.
13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Por otro lado, si realmente eres un hijo de Dios, tienes toda riqueza espiritual en Cristo. Es decir que, el Padre te ha vestido con todas las riquezas de Cristo su Hijo para que estés así delante de Él.

Efesios 1:3 Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues en Cristo nos ha bendecido en los cielos con toda clase de bendiciones espirituales.

Que el agradar a Dios, el servirle, amarle, dar testimonio de Él a los hombres, sea tu mayor riqueza, la cual será eterna.

Mateo 6:19-21
19
No amontonen riquezas aquí en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder, y donde los ladrones entran a robar.

20 Más bien amontonen riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye ni las cosas se echan a perder ni los ladrones entran a robar.
21 Pues donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón.

Un abrazo a todos
Rubén.

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