lunes, 4 de mayo de 2009

VIVIENDO LA VIDA ETERNA

Hola amigos

Enoc fue un personaje bíblico muy admirable. El Señor, en la Biblia, da testimonio acerca de él:
Génesis 5:24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.
Enoc caminó con Dios. Es decir, que reconoció a Dios en todos sus caminos. Dios no era para Enoc un personaje lejano que está en las alturas, sino quien dirigía el rumbo de su vida aquí en la tierra. Enoc fue temeroso y humilde ante Dios, de tal manera que anduvo según los mandatos del Señor. Esto fue grato ante sus ojos y Dios lo llevó a su presencia sin ver la muerte.

Esta es la vida que Dios quiere para cada hombre y mujer. El Señor quiere tener comunión con cada persona. Pero es necesario que el hombre dé a Dios el lugar que Él merece: el principal. Sólo Dios puede llevar nuestras vidas a un buen destino, porque nos ama y nos trata con bondad y misericordia. Dios debe tomar las riendas y todo encontrará su lugar. Dice la Biblia:
Proverbios 3:5-8
5 Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia.
6
Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.
7 No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal.
8 Esto infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser.
Pero, el corazón del hombre no está dispuesto a cederle el gobierno a Dios. En nuestra necedad creemos que nuestro criterio es mayor que la sabiduría de Dios. Y esta errónea decisión nos conducirá inevitablemente al fracaso. De esta manera nuestra existencia distará mucho de la vida que Dios quiere para nosotros.

Jesús, vino a dar la solución de Dios al hombre. Vino a rescatarnos de una existencia miserable a una vida de comunión con Dios. Cierta vez dijo:
Juan 10:10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.
Su muerte en la cruz fue el sacrificio perfecto para dar vida a pecadores como nosotros. Si depositamos nuestra fe en su obra, su muerte y resurrección, reconociendo nuestro pecado ante Dios en arrepentimiento; entonces, Él nos perdonará de toda nuestra maldad y comenzaremos una nueva vida: viviremos en comunión con Dios.
Juan 3:16 Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Pero, ¿qué es esta vida eterna? ¿será sólo una existencia sin fin? ¿se limitará a ir al cielo luego de la muerte? Jesús, dijo lo siguiente:
Juan 17:3 Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.
La vida eterna es CONOCER A DIOS. No sólo de manera intelectual, sino sobre todo de manera experimental. Es tener una relación personal e íntima con Dios. Es eterna porque implica tener una relación con un Ser eterno, que trasciende todo nuestro entendimiento. Es eterna porque empieza en esta vida y se proyecta hacia la eternidad. Y es posible porque el Espíritu que vive en cada hijo de Dios le enseñará todas las cosas a través de su Palabra, la Biblia.
Juan 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y os anunciará las cosas por venir.
Pero, si tú dices pertenecer a Dios, toma conciencia de que Él no vino a tu vida para ser uno más. Sino que vino para reinar. ¿Quién reina en tu vida? ¿Quién toma las decisiones? ¿Quién es el primero para ti? Pablo dijo a los hermanos de Corinto:
1 Corintios 15:25 Porque es necesario que Cristo reine hasta poner a todos sus enemigos debajo de sus pies.
1 Corintios 15:28 Y cuando todo le sea sometido, entonces el Hijo mismo se someterá a aquel que le sometió todo, para que Dios sea todo en todos.
¿Vives la vida eterna? Si dices que sí es porque vives una vida de comunión con Dios en la cual Él es el Padre, el Rey, el Señor, y el Maestro y tú eres su hijo, de su pueblo, su siervo y su discípulo. Cristo logró esto para ti en la cruz.
Colosenses 3:3 pues vosotros habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Olvidemos la existencia sin Dios. Si has gustado de la salvación de Dios, vive en comunión con Él. Sólo en Cristo podemos vivir la vida eterna. Acerquémonos a Él cada día para recibir la vida que sólo Él puede dar.
Juan 15:5 Yo soy la vid y vosotros las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no podéis hacer nada.
Un abrazo a todos
Rubén.

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