lunes, 11 de mayo de 2009

PERSEVERA EN LA ORACIÓN

Hola amigos

Jesús cierta vez narró la historia de un juez injusto a quien acudió una viuda para que le haga justicia frente a su adversario. Al principio este juez injusto no quiso, pero previendo que esta viuda sea insistente y llegara a fastidiarlo, accedió a hacerle justicia.

Lucas 18:4-5

4 Durante algún tiempo él se negó, pero por fin concluyó: "Aunque no temo a Dios ni tengo consideración por nadie,

5 como esta viuda no deja de molestarme, voy a tener que hacerle justicia, no sea que con sus visitas me haga la vida imposible."

¿Cuál fue el objetivo de esta historia? El mismo Lucas nos dio la respuesta antes de relatar el suceso: ES NECESARIO ORAR SIEMPRE Y NO DESMAYAR.

Lucas 18:1 Jesús contó una parábola a sus discípulos para mostrarles que debían orar siempre, sin desanimarse.

Es preciso aclarar algunos puntos al respecto.

DIOS NO TARDA

La sabiduría popular dice "Dios tarda, pero no olvida". Nada más lejos de la realidad. Dios contesta inmediatamente las oraciones de sus hijos. El problema es que nosotros a veces, cuando actuamos como unos niños caprichosos, queremos que la respuesta sea SÍ y AHORA. Pero, si pedimos algo tengamos la plena seguridad de que Dios nos ha escuchado.

Lucas 18:7-8

7 ¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?

8 Os digo que sí les hará justicia, y sin demora. No obstante, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?

DIOS ACTÚA EN JUSTICIA

En toda esta historia hay una palabra que se repite frecuentemente: JUSTICIA. La justicia se refiere a todo lo que está de acuerdo a la voluntad del Señor. No pensemos que si pedimos algo que no se ajusta a su deseo, recibiremos algo.

Santiago 4:2-3

2 Deseáis algo y no lo conseguís. Matáis y sentís envidia, y no podéis obtener lo que queréis. Reñís y os hacéis la guerra. No tenéis, porque no pedís.

3 Y cuando pedís, no recibís porque pedís con malas intenciones, para satisfacer vuestras propias pasiones.

DIOS ESCUCHA A SUS ESCOGIDOS

Dios escuchará la voz de sus hijos. Aquellos que escogió antes de la creación del mundo. Aquellos que reconocieron su pecado a los pies de la cruz de Cristo, y que recibieron el perdón. Dios escucha a sus hijos, aquellos que han recibido su Espíritu , y anhelan la comunión con su Padre.

Gálatas 4:6 Vosotros ya sois hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: «¡ Abba ! ¡Padre!»

Romanos 8:32 Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas?

DIOS ATIENDE A SUS HIJOS QUE PERSISTEN EN LA ORACIÓN

Una característica de los hijos de Dios es la PERSEVERANCIA. Aún cuando todo esté en contra, el Espíritu Santo le dará fuerzas para seguir. Aún cuando su mente y su corazón estén agotados, encontrará fuerzas en el Señor.

Isaías 40:28-29

28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.

29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

DIOS HACE JUSTICIA A LOS QUE LE CREEN

¿Por qué confiar en Dios? Porque, según la historia mencionada, Dios es justo. Pero además, Él está atento a nuestra voz. Es bueno, nos ama y quiere lo mejor para nosotros.

Hebreos 11:6 En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.

¿Recibimos lo que pedimos? Tal vez es tiempo de reevaluar nuestras peticiones. ¿Estamos pidiendo las cosas que están de acuerdo a su voluntad? Nuestra voluntad debe estar en armonía con la voluntad de Dios.

Salmos 138:8 El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, Señor, perdura para siempre;¡no abandones la obra de tus manos!

Tal vez es necesario considerar nuestra fe. ¿Creo realmente en lo que Dios dice ser? No dudemos. Dios nos ama y es bueno para con nosotros. Aún cuando las cosas parecen adversas, Dios nos está tratando con bondad.

Sal 40:17 Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.

Acerquémonos más a Dios. Que nuestro espíritu se fortalezca con su Palabra de verdad. Así, enseñados por su Espíritu, conoceremos mejor a nuestro Padre Celestial y aprenderemos a pedir según su voluntad. Recibiremos, según su promesa, las peticiones de nuestro corazón.

Salmos 37:4 Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.

Un abrazo a todos.

Rubén.

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