lunes, 11 de mayo de 2009

LA PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS

Hola amigos


Hay personas que alguna abrazaron la fe cristiana y estuvieron fieles por algún tiempo; pero luego, por alguna circunstancia se desanimaron y luego se alejaron de la fe. ¿Serán salvas ante Dios esas personas? Quizás. Jesucristo alguna vez contó la historia del hijo pródigo, a quien su padre esperaba pacientemente su retorno a casa. Cuando éste hijo regresó, el padre lo recibió y le devolvió la dignidad de hijo.
Lucas 15:20 Así que emprendió el viaje y se fue a su padre. Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó.

Esta parábola nos muestra el amor de Dios y la paciencia por sus hijos que se apartan del camino: Él espera pacientemente que vuelvan.
Lucas 15:24 Porque este hijo mío estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado. Así que empezaron a hacer fiesta.
Pero, tengamos cuidado. Muchas personas creen que son salvos porque en algún momento hicieron tal o cual declaración, asistieron a esta u otra iglesia, cumplieron con algunos mandatos y participaron en pocas o muchas acciones bondadosas. El mismo Jesús nos advierte que no todos los que dicen creer serán aceptados en su reino.
Mateo 7:21-23
21
No todo el que me dice: "Señor, Señor", entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
22 Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?"
23 Entonces les diré claramente: "Jamás os conocí. ¡Alejaos de mí, hacedores de maldad!"
¿Quienes son salvos? Aquellos que reconocen su miseria espiritual delante de Dios y creen que Jesucristo, quien murió y resucitó para darles vida, como Señor y Salvador. Es entonces que Dios perdona a este pecador arrepentido y envía a su Espíritu Santo para darle vida espiritual y así esta persona nace a la vida eterna y es realmente un hijo de Dios.
Juan 1:12-13
12
Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios.
13 y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado.
Pero ¿cómo estar seguros que somos hijos de Dios?. En primer lugar, está el testimonio del Espíritu Santo. Todo hijo de Dios tiene al Espíritu Santo morando en su vida como un sello de salvación. Este Espíritu convencerá a nuestro espíritu que pertenecemos a Dios.
Romanos 8:16 El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
Luego, si una persona tiene el Espíritu de Dios en su vida, buscará la comunión con Dios. El Espíritu Santo le impulsará y ensenará a comunicarse con su Padre a través de la oración y la Palabra de Dios.
Gálatas 4:6 y porque y a somos sus hijos, Dios mandó el Espíritu de su hijo a nuestros corazones; y el Espíritu clama: "¡Abba!¡Padre!"
De este modo, si un hijo de Dios vive en comunión con su Padre, su nuevo hombre espiritual se desarrollará y crecerá y se parecerá cada día más a su Padre. Es decir, dejará progresivamente el pecado y la obra del Espíritu Santo será evidente en su vida: será santo como su Padre es Santo.
Gálatas 5:22-23
22
En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,
23 humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.
1 Juan 3:8-9
8
El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir las obras del diablo.
9 Ninguno que haya nacido de Dios practica el pecado, porque la semilla de Dios permanece en él; no puede practicar el pecado, porque ha nacido de Dios.
Esto no quiere decir que nunca más pecará, sino que el pecado no será su forma de vida. Cuanto más sea su comunión con Dios, verá el pecado como Dios lo ve. Aborrecerá el pecado y si eventualmente cae, irá inmediatamente arrepentido a su Padre, quien le perdonará y restituirá para poder caminar nuevamente de su mano amorosa.
1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.
¿Pueden apartarse los hijos de Dios? Es poco probable, porque otra característica de los hijoS de Dios es la PERSEVERANCIA. Tal vez en algún momento pueda desanimarse y errar el camino temporalmente, pero el Espíritu Santo lo confrontará con su pecado y lo regresará a la comunión con el Padre.
Mateo 10:22 Por causa de mi nombre todo el mundo os odiará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.
El que realmente ha sido regenerado por el Espíritu de Dios, permanecerá en la fe. Podrá caer ocasionalmente, pero tomará la mano de Dios, se levantará y continuará en el camino de la fe. Esta es la vida a la cual Cristo nos llama y la cual recompensará: una vida de perseverancia y fidelidad aún en medio de la adversidad.
Apocalipsis 2:10 ... Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
Apocalipsis 2:26-27
26
Al que salga vencedor y cumpla mi voluntad hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones
27 —así como yo la he recibido de mi Padre— y "él las gobernará con puño de hierro; las hará pedazos como a vasijas de barro".
¿Estamos perseverando en la fe en Cristo? ¿o estamos viviendo de glorias pasadas? Recordemos todo lo que Dios nos ha perdonado y cuánto amor y paciencia ha tenido con nosotros. Recordemos la obra de Cristo en la cruz y volvamos a la vida de comunión con Dios, perseverando cada día hasta el final.
Apocalipsis 2:5 ¡Recuerda de dónde has caído! Arrepiéntete y vuelve a practicar las obras que hacías al principio. Si no te arrepientes, iré y quitaré de su lugar tu candelabro.
Un abrazo a todos.
Rubén.

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