lunes, 16 de marzo de 2009

NEGÁNDONOS A NOSOTROS MISMOS

Hola amigos

La vida en Cristo está en total oposición a los parámetros que este mundo sin Dios establece. Vivimos en una sociedad egoísta y hedonista. Es decir, tratamos de alcanzar nuestras metas y objetivos, buscamos las cosas que más nos agradan y anhelamos aquello que nos hace sentir bien. Pero, Jesucristo dijo:

Mateo 10:39 El que encuentre su vida, la perderá...
Es por eso que el hombre nunca puede hallar la plena satisfacción y la frustración, en mayor o menor medida, forma parte rutinaria de nuestras vidas.

Cristo, nos mostró algo totalmente diferente. Dejar todos nuestros anhelos, gustos, intereses y objetivos para seguir a Dios.

Mateo 10:39 ...y el que la pierda por mi causa, la encontrará.
La vida encuentra su pleno sentido cuando Dios gobierna completamente todas las áreas del ser humano. De esta manera fuimos creados, para que Dios tenga soberanía sobre nosotros y podamos alcanzar así nuestra realización como hombres. Pero, esto implica primero reconocer nuestra condición de desgracia delante de Dios, pedirle perdón y rogarle que nos salve con la sangre que Cristo derramó en la cruz. Así, Dios nos hace nacer espiritualmente.

Romanos 5:8 Pero Dios prueba que nos ama, en que, cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.
Una vez que recibas el regalo de la salvación en Cristo, vive para Él. La nueva vida en Cristo encontrará su plena eficacia cuando más entregues el control a Él. Es la única manera de vivir la nueva vida.

Lucas 9:23 Dirigiéndose a todos, declaró: --Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga.
Dios pondrá nuevas metas, gustos, objetivos e intereses. Esta es la vida que vivió Jesús, una vida de total dependencia al Padre, teniendo como máximo objetivo el agradarle.

Juan 5:30 ...pues no busco hacer mi propia voluntad sino cumplir la voluntad del que me envió.
¿Es difícil? Por supuesto que sí. Pero, tenemos al Espíritu de Dios en nosotros para ayudarnos.

Un abrazo a todos.
Rubén.

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