martes, 17 de marzo de 2009

LA SABIDURÍA DE DIOS (I)

Hola amigos

Cuando somos adolescentes muchas veces tenemos reacciones irreflexivas que nos llevan a cometer actos imprudentes. Dice la Biblia:

Proverbios 22:15
La necedad está ligada en el corazón del muchacho;
Mas la vara de la corrección la alejará de él.


El problema viene cuando pasan los años y muchas de estas situaciones no mejoran. Ya tenemos más experiencia en la vida y seguimos cometiendo los mismos errores, pero matizados de manera diferente. ¿Qué pasó? Que no hemos recibido la instrucción que nos puede ayudar a superar nuestros errores:

Gálatas 5:19-21
19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
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idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,

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envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Toda esta necedad es el reflejo de nuestra naturaleza humana no regenerada por la sangre Cristo. Podemos llegar a la vejez y seguir cargando el lastre de la envidia, los celos, egoísmo, etc. Necesitamos el cambio profundo que sólo trae Dios a través de Cristo.

2 Corintios 5:17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Si aún no has experimentado la salvación de Dios, pídele perdón por tu vida en contra de Él y proclama a Cristo como tu salvador, quien dio su vida por tus pecados.

Si ya eres hijo de Dios, acércate a Él en humildad para que seas instruido y adquieras su sabiduría. ¿Cómo? A través del estudio y meditación en la Palabra de Dios, la Biblia:

2 Timoteo 3:16-17
16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redarg:uir, para corregir, para instruir en justicia,
17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Dejarás así la sabiduría humana, totalmente errática, para adquirir la sabiduría perfecta que viene de Dios.

Santiago 3:15-18
15 ... esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.
16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
17 Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.
18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.

Un abrazo a todos
Rubén

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