miércoles, 4 de agosto de 2010

ENFRENTANDO LA MUERTE

Hola amigos

El Taj Mahal, complejo arquitectónico imponente ubicado en la India y que fue construido en el siglo XVII por órdenes del Sha Jahan, fue incluido en el 2007 como una de las siete maravillas del mundo moderno. Su belleza es tal que atrae a miles de turistas anualmente. Pero toda esta hermosura no pudo ser apreciada por la persona la inspiró: Mumtaz Mahal, la fallecida esposa del emperador Jahan. Este emperador quiso plasmar su amor hacia ella en estas estructuras, pero todas sus riquezas no pudieron darle nada más que una hermosa tumba: un bello edificio conteniendo un cuerpo sin vida.

La muerte es un suceso triste pero inevitable. Todos nosotros moriremos. No existe manera de escapar de esta realidad. Ni aún la medicina moderna puede contra ella. Tampoco llevar una “vida saludable” nos librará de la muerte. Ésta llegará en algún momento.

Hebreos 9:27 Y así como está establecido que los seres humanos mueran una sola vez, y después venga el juicio.

Pero, antes que este momento llegue, ¿qué hacemos? Es muy probable que cada uno de nosotros tenga un esquema de vida y prioridades de acuerdo a nuestra cultura, educación y valores. Es así que cada día nos esforzamos por las cosas que creemos que son importantes. Si bien los métodos pueden ser diferentes, todos luchamos cumplir con nuestro modelo de vida. Tanto el obrero, el profesor, el médico y también el ladrón y el estafador. ¿Qué nos dijo Jesús?

Mateo 16:26 ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida?

Cuando una persona muere, a menos que sea un criminal consumado, la mayoría está de acuerdo en que fue una buena persona. Ante los ojos de los hombres una persona puede ser considerada como “buena”, y algunos como “mala”. Pero ¿qué dice Dios?

Romanos 3:10-12

10 Así está escrito: «No hay un solo justo, ni siquiera uno;

11 no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios.

12 Todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo!»

Como hemos visto antes, cuando muramos nos enfrentaremos a la realidad de estar en la presencia de Dios para rendir cuentas por nuestra vida. ¿De qué valdrá entonces todos los esfuerzos por los que nos afanamos hoy? Las propiedades, los artefactos, los viajes, los títulos, etc. ¿Habrá sido en vano toda nuestra lucha?

1 Timoteo 6:7 Porque nada trajimos a este mundo, y nada podemos llevarnos.

Jesús prometió vida aún después de la muerte física. Si creemos en él hoy, él nos dará una nueva vida que viene de Dios. Estaremos en paz con él. Nuestra vida no será un desperdicio, sino una alabanza a nuestro Señor. Tendremos la confianza que cuando llegue el momento de la muerte no sufriremos pérdida sino que podremos encontrarnos con Aquel que nos creó, nos amó y nos salvó.

Juan 11:25 Entonces Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera.

¿Tienes esa convicción? Nuestra vida no tiene que ser una existencia inútil. Podemos obtener la vida eterna en Jesucristo. Cree en él, deja tu vida de pecado y egoísmo, entrégale tu vida hoy y vive para él por siempre.

Juan 3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios.


Juan 11:26 Los que todavía viven y confían en mí, nunca morirán para siempre. ¿Puedes creer esto?

Un abrazo a todos.

Rubén

No hay comentarios.:

Publicar un comentario