miércoles, 14 de octubre de 2009

EL VIGILANTE FIEL

Hola amigos

Hubo un dormilón famoso. El personaje de un cuento, Rip Van Winkle, quien cansado de los regaños de su esposa fue al bosque donde tomó una siesta que duró 20 años. Luego de despertar se encontró en varios aprietos, pues muchas cosas habían cambiado. Parece gracioso. Pero, ¿qué pasaría si el dormilón fuese un vigilante? ¿Seguiría siendo gracioso?

El Salmo 121 nos describe algunas cualidades muy interesantes acerca de Dios: un vigilante que no se adormita ni duerme, pues está al cuidado de su pueblo.

Salmo 121:4 Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel.

Esto nos puede dar la confianza plena que hay Alguien que siempre nos está cuidando. Es más, no es un humano que tiene las mismas limitaciones que nosotros, sino que Alguien lo sabe todo, lo puede todo y siempre actúa en favor nuestro.

Salmo 121:5-8

5 El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora.
6
De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.
7 El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida.
8
El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre.


Dios cuida a su pueblo. ¿Eres parte de ese pueblo? El pueblo de Dios está constituido por todos los que han rechazado su vida de pecado y han confiado plenamente en Jesucristo, su Salvador, quien murió en la cruz a fin de pagar la culpa de sus rebeliones. Éstos han recibido el perdón de Dios y una nueva vida espiritual en Cristo. ¿Eres ya un hijo de Dios? ¿Estás seguro que perteneces a la familia y al pueblo de Dios?

Juan 1:12-13
12 Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.
13 Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios.

1 Pedro 2:9 Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclaméis las obras maravillosas de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Los problemas y las dificultades nos acompañarán todos los días de nuestra vida. Pero, confiemos. Tenemos un Santo Vigilante que siempre nos cuidará y que nunca dormirá. No dudemos, pues Él no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. Su nombre es Fiel y Verdadero.

Salmo 4:8 En paz me acuesto y me duermo, porque sólo tú, Señor, me haces vivir confiado.

Salmo 118:6 El Señor está conmigo, y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple mortal?

La fe vence al mundo. Confiemos en Dios. No necesitamos un tranquilizante para dormir en paz. Creamos en lo que Dios dice ser y en sus promesas, en su Palabra (la Biblia). Creámosle cuando nos dice nos ama y que su presencia nos acompañará. Si eres del pueblo de Dios, puedes vivir en confianza.

Josué 1:5 ... Así como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré.

Josué 1:7 Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas.

Josué 1:9 Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.

Un abrazo a todos.
Rubén.

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