No hay duda de que el físico teórico Stephen Hawking es una de las mentes más brillantes del mundo contemporáneo. La Esclerosis Lateral Amiotrófica, enfermedad progresiva e incurable que ataca las células motoras del sistema nervioso, no ha podido detenerlo en su afán de explicar las leyes que rigen el cosmos. Todo un ejemplo a seguir por los demás que no tenemos estas limitaciones físicas. Pero, en todas estas teorías que inundan su mente y se plasman en sus libros y escritos no hay lugar para Dios. Según su concepto el universo es una consecuencia de las leyes científicas y “no es necesario invocar a Dios como el que encendió la mecha y creó el Universo".
No es el primero “pensador” que niega a Dios o su obra creadora. Pero a estas mentes deslumbrantes, muy respetadas e ilustres delante de los hombres; Dios les da un adjetivo categórico: necios.
Salmos 14:1 Dice el necio en su corazón: «No hay Dios.»
Dios es Santo. El hombre tiene la mente obscurecida por la maldad. ¿Lo dudamos? Mira los encabezados de las noticias y verás maldad por todos lados. Esta maldad es por demás evidente cuando vemos el estado que se encuentra nuestra sociedad, donde a lo malo se llama bueno y a lo bueno se llama malo. Es la razón por la cual el hombre no puede ni siquiera imaginar cómo es este Dios Santo. En la incertidumbre de su pensamiento sólo atina a negarlo como el ciego que dice que no existen los colores.
Salmos 14:1 Dice el necio en su corazón: «No hay Dios.» Están corrompidos, sus obras son detestables; ¡no hay uno solo que haga lo bueno!
Isaías 55:9 Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!
Podemos tener todos los títulos y grados que las universidades ofrecen, pero es una total necedad negar al Dios que creó todo lo que existe. La creación misma da testimonio de Dios, de su grandeza y su poder. En la profundidad de tu ser lo sabes. Dios creó todo incluso a ti.
Job 40:2 ¿Es sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda a esto.
Job 38:4 "¿Dónde estabas cuando puse las bases de la tierra? ¡Dímelo, si de veras sabes tanto!
Salmos 19:1 Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos.
Romanos 1:20 Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa.
Nuestras mentes pecaminosas no pueden conocer a Dios. Necesitamos que él mismo se revele a nosotros. Necesitamos a Jesús. Sólo a través de Jesucristo, Dios hecho hombre, podemos conocer a Dios. Él descendió para rescatarnos de nuestra maldad. A través de su muerte y resurrección podemos reconciliarnos con el Padre. Deja tu vida de pecado, cree en Jesucristo y él te dará una nueva vida. Dios ya no será una idea extraña sino una persona real en tu vida. Podrás tener una vida de comunión con tu Dios y Creador.
Juan 6:40 Porque la voluntad de mi Padre es que todos los que miran al Hijo de Dios y creen en él, tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día último.
Juan 1:12 Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios.
Un abrazo a todos.
Rubén.